Seleccionamos los mejores rincones y enclaves de República Dominicana a tener en cuenta en tu próxima visita al país caribeño
Si preguntas por los mejores países del mundo donde dar rienda suelta a la alegría de viajar, sin duda República Dominicana está entre ellos. Es uno de los destinos del Caribe que gusta a todos los viajeros gracias a la diversidad de sus planes y paisajes. Desde Punta Cana, sinónimo de playas kilométricas para quienes buscan tumbarse al sol, a la península de Samaná, cuyo verdor invita a perderse en la naturaleza, pasando por Santo Domingo y su oferta cultural.
Busques lo que busques, si haces turismo en República Dominicana encontrarás una alternativa que se ajusta a tus vacaciones soñadas. Te contamos, tanto si es tu primera vez en este país ubicado en la zona central de las Antillas como si repites escapada, cuáles son las mejores zonas turísticas de República Dominicana.
Santiago de los Caballeros, nombrada por los 30 aristócratas que siguieron a Colón y se asentaron aquí en 1495, fue la primera capital del país hasta que sufrió un terremoto en 1562. Hoy en día es la segunda ciudad más grande de República Dominicana, y se le apoda Ciudad Corazón gracias a su ubicación en el centro del Valle del Cibao, es una ciudad moderna próspera en comercios, centros financieros, educación y servicios, con una vibrante cultura.
El Monumento a los Héroes de la Restauración, cariñosamente conocido como El Monumento, es el principal punto de referencia y centro social de la ciudad, donde se juntan, residentes y visitantes, en sus jardines. También sirve como un recordatorio constante de los hombres que recuperaron la independencia de República Dominicana de España en 1865. A lo lejos se puede apreciar la Cordillera Central, repleta de aventuras de senderismo. La historia, el arte y la cultura nunca están lejos en Santiago y son parte intrínsecas de esta importante región, lugar de nacimiento de las Hermanas Mirabal, así como de varios presidentes dominicanos. El Centro Cultural León ofrece una muestra completa del rico patrimonio del país. La ciudad de Santiago también cuenta con varias universidades que atraen a esta ciudad muchos milenials quienes estudian, trabajan y disfrutan de la vibrante vida nocturna de Santiago, con más de 100 discotecas, bares y salones en el centro de la ciudad.
En esta localidad de Juanillo, ubicada al este de la República Dominicana, se concentran algunas de las mejores playas del mundo. Los arenales de Punta Cana son la definición gráfica de espectacularidad: con sus kilómetros de arena blanca, sus aguas azul turquesa, un hermoso arrecife de coral que atraviesa la costa y decenas de palmeras alrededor.
Se trata de uno de los lugares más visitados del Caribe, razón por la que cuenta con una excelente infraestructura hotelera, capaz de atender a los miles de viajeros que desembarcan con una máxima común: ¡disfrutar y hacer turismo! Son muchos los que se aventuran a decir que se trata de la mejor zona de playa de la República Dominicana. De hecho, la Unesco ha posicionado las playas de Bávaro, un paraje del distrito municipal de Verón Punta Cana, entre las mejores del mundo. Pero también destacan otras tantas como Playa Arena Gorda (una de las favoritas de la influencer de viajes Tracy Komlos), Playa Blanca, Playa Juanillo o Playa Cortecito. Todas exhiben una belleza de postal y cuentan con cantidad de restaurantes y actividades (submarinismo, paseos en embarcaciones diversas, deportes acuáticos).
Otra de las zonas más turísticas de República Dominicana es Samaná. Este paraíso del Caribe destaca por su riqueza ecológica y por sus hermosas playas, principalmente las que se localizan en la bahía y en pequeñas islas desperdigadas (también conocidas como cayos). Si antaño se encontraba aislada por la falta de infraestructura hotelera y de un aeropuerto propio, ahora la península dispone de lo necesario para que viajeros procedentes de todo el mundo la escojan como destino de vacaciones.
La “joya de la República dominicana”, como se la conoce popularmente, es un museo de la flora tropical y de la fauna autóctona. Son muchos los locales y los visitantes que, entre mediados de enero y finales de marzo, acuden a esta región para ver la migración de las ballenas jorobadas, que durante estas fechas cambian las frías aguas del norte por las cálidas aguas del Caribe para aparearse y tener sus crías. Pero no están solas, las tortugas, las iguanas, las garzas, los pelícanos o la cigua palmera son otras de las especies animales propias del lugar que llaman la atención.
En la península de Samaná casi todo orbita en torno a la naturaleza. Tal y como recogíamos en las escapadas por el Día de la Constitución dominicana, la lista de planes no cesa. Entre las excursiones más recomendables está la visita al Parque de los Haitises, declarado Parque Nacional de la República Dominicana, y la caminata hasta el Salto del Limón, una cascada de 50 metros de altura que acaba en una piscina natural. En esta última puedes darte un chapuzón memorable, al igual que en Playa Rincón o en Cayo Levantado. Sin olvidar Santa Bárbara de Samaná y sus casitas de colores, además del impresionante Museo de las Ballenas y del paseo marítimo del municipio.
Hay tres atributos que caracterizan a Santo Domingo: el primero es que se trata de la capital de la República Dominicana; el segundo, que es una de las ciudades más antiguas del Caribe; y el tercero, que su centro histórico (o Zona Colonial) ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, siendo un enclave ideal para practicar turismo cultural. Con estas credenciales sería una perogrullada no considerarla uno de los principales atractivos del país para todo aquel que llega a sus tierras.
Fundada en 1496 por Bartolomé Colón, y ubicada en la zona sur, esta localidad turística de República Dominicana bañada por el mar Caribe tiene mucho que ofrecer al visitante. Más concretamente, el centro histórico que mencionábamos anteriormente. Alberga más de 300 museos, cantidad de monumentos y otras tantas casas que datan de la colonización. Por mencionar algunos puntos de interés: la Catedral Primada de América, el Parque de Colón, el Panteón Nacional, el Palacio Virreinal de Don Diego Colón o la casa de los Jesuitas (entre otros).
Ni los muchos viajeros que recibe ni los hoteles que pueblan la Zona Colonial han conseguido borrar la huella de las increíbles historias de las que Santo Domingo ha sido testigo. No es solo una metrópoli, es un entretenido libro de aventuras que ir descifrando de adoquín en adoquín.
También en La Romana se encuentra otro pueblo capaz de enamorar a quien lo visita. Hablamos, por supuesto, de Altos de Chavón, que recibe su nombre por estar situado junto al río Chavón. Se trata de una recreación de un pueblo del siglo XVI donde se dan cita todo tipo de artes. Un obelisco pintado con coloridas imágenes de la vida local corona el centro del pueblo, mientras a su alrededor transcurre el día a día de artesanos y creativos de índole diversa. De hecho, acoge una afamada escuela de diseño que está afiliada a la Parsons School of Design de Nueva York.
Recientemente, esta localidad se ha vuelto un destino conocido por una gran mayoría debido a la canción que le dedicaba Bad Bunny titulada como su propio nombre.
Sus paradisíacas playas y sus paisajes naturales se han vuelto irresistibles (y no solo a ojos de los habitantes locales). Un destino que parece hecho a medida para los amantes de los deportes al aire libre, especialmente acuáticos.
Sosúa, Cabarete, Dorada o Cofresí son algunas de las playas que no puedes perder la oportunidad de disfrutar desde la comodidad de tu toalla. Tampoco nos olvidamos de la bahía de Maimón.
Si eres de los que ama estar en contacto pleno con la naturaleza y respirar aire puro mientras te deleitas con el sonido de las aves, entonces Constanza es el destino perfecto para ti, un verdadero paraíso para los amantes del ecoturismo.
Este idílico lugar, perteneciente a la ciudad de La Vega, se encuentra ubicado en la Cordillera Central de República Dominicana a unos 1.250 metros de altura, considerado el poblado más alto y frío de toda la isla.
Pocos lugares combinan tantas peculiaridades para los amantes del ecoturismo como el llamado Valle Encantado del Caribe, con senderismo, saltos, agroturismo, paseos en bicicleta, montar a caballo, entre otras. También cuenta con una amplia oferta para los que buscan turismo de aventura: mountain bike, four wheel, parapente, enduro, montañismo y jeep safari; atractivos que catapultan el lugar como único e inigualable.
Además de su esplendorosa belleza y su agradable clima, uno de los sellos de identidad de Constanza es la frescura de sus productos, ya que este pequeño, pero encantador pueblo, es líder en la producción de flores, vegetales y frutos, siendo los más llamativos la fresa, el melocotón, el kiwi, el kaki, la manzana, la ciruela, el níspero japonés y la guayaba fresa. Esto lo convierte en uno de los mejores destinos para degustar platos llenos de sabor dominicano.
Ubicada en el suroeste de República Dominicana, en la frontera con Haití., la provincia de Pedernales es uno de los puntos más remotos del país. Sin embargo, este distante paisaje costero y desértico es uno de los destinos más populares. para los exploradores. Un lugar donde las carreteras están alineadas con cactus gigantes que permiten ver vistas intermitentes de las orillas con sus aguas iridiscentes de color turquesa, donde las vacas y las iguanas decoran el paisaje y donde los naturalistas hallarán las reservas más importantes del país.
La mayoría de los visitantes se dirigen a Pedernales para pasar el día en Bahía de Las Águilas, la joya de la corona de las playas dominicanas, que se extiende debajo de acantilados kársticos e intactos desde la época precolombina. Pero los que pernoctan, encontrarán una provincia con algunas de las características geográficas más singulares y las zonas naturales protegidas más importantes del país. Parques, lagunas y lagos que albergan flora silvestre, aves y reptiles endémicos y en peligro de extinción. Antiguas cavernas taínas que revelan pozos de agua dulce y arte rupestre que pocos han visto, y el Parque Nacional Jaragua, el tesoro natural de República Dominicana, parte de una Reserva de la Biosfera designada por la UNESCO, que alberga 400 especies de flora, 130 especies de aves (busca los flamencos en la Laguna de Oviedo), una abundante vida marina, con tortugas que anidan en sus playas, y tiburones que nadan en las aguas de las islas Beata y Alto Velo. También encontrarás un refugio de reptiles, así como el solenodonte de la Hispaniola y la jutía de la Hispaniola. Cerca de esta zona, los cocodrilos americanos se reproducen y toman el sol en las aguas hipersalinas del Lago Enriquillo, el lago más grande del Caribe, situado a 43 metros por debajo del nivel del mar.
Las atracciones de Pedernales se incluyen a menudo en las excursiones en la provincia vecina de Barahona, a aproximadamente dos horas de distancia (135 kilómetros), pero puedes escapar de las multitudes y pasar la noche cerca de la playa más virgen del país y disfrutar de los alrededores salvajes de esta provincia natural.
El mejor punto de entrada a Pedernales es el Aeropuerto Internacional de Las Américas (SDQ), ubicado aproximadamente a cuatro horas y media al este.
Un viaje a República Dominica requiere casi de forma imperativa un alojamiento acorde a los placeres que proporciona un destino como este.
En Punta Cana, en primera línea de playa Bávaro, se encuentra el hotel Adults only de cinco estrellas. Un exclusivo hotel solo para adultos con amplias habitaciones con vistas al mar, ideal para escapadas románticas y desde el que practicar el turismo más top. Otras opciones, sobre todo si se viaja en familia, son el Occidental Caribe, un resort vacacional ubicado frente a las transparentes aguas de playa Arena Gorda, considerada una de las mejores de República Dominicana; un cinco estrellas todo incluido ideado para los que buscan largos días de sol mientras contemplan la belleza de un mar con arrecife de coral y aguas cristalinas.
Si prefieres alojarte en la localidad de Santo Domingo, El Embajador, a Royal Hideaway Hotel, un lujoso y versátil hotel que hará las delicias de los amantes de lo exclusivo, con una ubicación privilegiada desde donde conocer la zona histórica y colonial, y empaparse de toda la idiosincrasia dominicana.